Es una historia que refleja los miedos de los niños y la liberación de esos temores para enfrentarse a la vida, en este caso el asunto cobra otros visos,pues Lucía por si sola ha encontrado una nueva forma de permanecer callada.

La familia Topo nunca se aburre. Ya sea que vayan de viaje, al dentista, o que papá Topo cumpla años, ¡siempre hay diversión en casa de Topi y Tapi!

¿Por qué no pasará el tiempo en la casa mágica? ¿Cómo hará un gato, un niño, una silla (con una pata dañada) y un reloj para pasar el rato? Esta historia maravillosa nos muestra que todo puede pasar en el mundo de los libros y la imaginación.

Gaspar Guatín tiene una maravillosa idea, realizar un campamento de verano en los Farallones de Cali. A este divertida escuela se inscriben siete singulares animales y vivirán una inolvidable aventura.

Esta historia busca que los niños guarden para siempre en su memoria, como algo especial, ese momento cuando, a media luz, en un tono mágico, nos transportamos juntos al mundo de la fantasía con esa llave maravillosa del «había una vez...». Nuestro personaje, Morita, nos muestra un mundo moderno donde también pueden existir los Príncipes.

Alejandro enseña a ver la realidad desde la perspectiva de un niño y así lograr ser capaces de encontrar la belleza del amor.

El propósito de esta obra es despertar en los lectores, la curiosidad, el amor y el respeto por la naturaleza.

Los niños tienen la capacidad de convertir cada elemento o lugar cotidiano en algo muy especial. Nico, el protagonista de esta historia, es amigo de Pájaro y junto a él descubrirá las maravillas que se ocultan en la naturaleza, las formas caprichosas que se dibujan en las nubes; sabrá que puede volar y hasta alcanzar las estrellas si utiliza su imaginación.

Martín es un niño que resulta ser una especie de desastre ambulante, en el buen sentido de la expresión, por supuesto. Él es un chico extraordinario con un corazón cálido, sin embargo, es propenso a la mala suerte.

Los abuelos de los cuentos suelen ser tiernos, alcahuetes y consentidores. De ahí que Camila, con apenas nueve años, no entienda por qué el suyo es tan cascarrabias. Al abuelito Alberto no le gusta que sus nietos hagan ruido, le enerva que hagan desorden, no soporta que se rían por tonterías, le molesta que coman a deshoras y le desesperan las mascotas. El viejito es tan gruñón que sus cinco hijos no se lo aguantan y la única que lo puede lidiar es la abuelita Graciela.